Nunca pensé que saldría del dentista tan contenta y feliz. Que la clínica dental Romeo me hubiera ofrecido la sedación consciente para colocar implantes, empastar y endodoncia fue mi salvación al pánico que sentía al dentista. Tras la conversación con el anestesista, fue tal la tranquilidad que sentí que decidí contratar la sedación consciente. La mejor decisión que pude haber tomado, puesto que en la misma mañana todo listo y lo mejor...sin enterarme de nada, de hecho me dormí y no fui consciente del tiempo que pasé sedada. La recuperación fue tranquila y sin prisas, siempre acompañada de anestesia y el personal de a clínica. Seguí todas las instrucciones que me dieron y todo salió mejor de lo que esperaba. Estoy súper contenta y feliz. Gracias a todas las personas que hicieron posible que no pasara ningún tipo de dolor y que todo saliera perfecto.